¿Qué tal la clase de psicología?

Cuando el año pasado teníamos que elegir una asignatura optativa para dar en segundo de Bachillerato, yo lo tenía claro, quería dar psicología. Es algo que siempre me ha llamado mucho la atención y me encantaría seguir aprendiendo sobre ello. Entender el comportamiento humano me parece muy interesante, algo de lo que todos deberíamos tener ciertos conocimientos. Además, aunque no sea exactamente lo mismo, a mi me gustaría estudiar pedagogía y creo que los aprendizajes de este curso me pueden ayudar a entender cómo funciona la mente de los niños. Por ejemplo, cuando hablamos del síndrome de Asperger, me hizo reflexionar y pensar que mucha gente realmente no sabe de estos trastornos pero lo peor es que tampoco quiere saberlo. Ahí está el error, en no querer pensar, comprender, entender e interesarse por cosas que se salen de tu día a día.

Durante todo este extraño curso, ha habido clases que se me hacían más o menos pesadas pero siempre que llegaba psicología era como un soplo de aire fresco, no todo es teoría y más teoría, sino que el objetivo es entender las clases. Los ejemplos que el profesor expone en clase creo que son muy acertados porque ilustran las diferentes situaciones y te hacen recordar de manera más fácil todos los temas tratados. Incluso, al principio, cuando la clase no era de forma online, se echaban de menos estas clases que también son muy dinámicas lo que facilita la comprensión y el mantenimiento de la atención. No ha habido ni una sola clase de psicología en la que no haya terminado con una sonrisa debajo de la mascarilla, incluso días en los que justo después tenía exámenes, ha conseguido que no estuviera todo el rato pensando en ello, olvidándome de que estoy en segundo de bachillerato y eso es admirable, tanto por parte del profesor como por el ambiente que hemos logrado crear en la clase.